martes, 25 de enero de 2011

NOCHE EN EL JARDÍN

 
(Prosificación de la poesía “Trabajo nocturno” de Juan Manuel Inchauspe)

           
            Arrastrándose hasta el arbusto seco, se agazapó mirando fijamente a su futura víctima. La penumbra y el silencio fueron sus cómplices.
El chasquido de alguna que otra gota de rocío cayendo del manzano no lograba distraerla. No pestañeaba; su mirada acechante parecía una sospecha.
De pronto, el salto mortal. Un relámpago. Clavó sus uñas en el lomo de la rata y le incrustó los colmillos en el cuello.
Moribundo, el roedor respondió con movimientos espasmódicos. Esperó que la  muerte relajara el cuerpo de su víctima, para luego abandonarlo y dirigirse al matorral de hortensias a esperar la mañana.
Al amanecer se oía el zumbido de las moscas sobrevolando el cadáver.
Al aparecer el dueño de casa, asomó su cabeza por entre las ramas  fijando su mirada inocente en la de él. Desperezándose lo siguió y con un maullido suave reclamaba su acostumbrado tazón de leche fresca y pura.

Roberto O. Munyau
HECHO EL DEPÓSITO QUE INDICA LA LEY 11.723

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