martes, 25 de enero de 2011

GANAS

 



           Juan nació en la década del cuarenta.
Fue muy feliz, hasta perder a sus padres… tenía sólo cinco años. Una tía solterona se hizo cargo de él.
Apenas pudo terminar la escuela primaria.
Al tercer año del secundario abandonó los estudios. 
Amaba la música. Pasaba horas escuchando los conciertos de Radio Nacional, pero nadie, ni siquiera sus más allegados se dieron cuenta de ello.
Comenzó a trabajar en su adolescencia. Siempre en tareas desagradables... jefes, horarios, alcahuetes… Se sentía esclavo.
El quería ser artista.
A los 17 años conoció el amor. A los 18 el engaño. A los 20 un amigo. A los 22 la traición. Se dio cuenta que lo grave no es la injusticia, sino su reiteración.
Siempre estuvo solo, sin amigos, excepto el que lo traicionó.
Sus experiencias sexuales nunca fueron producto del amor. Sólo transacciones comerciales.
Murió muy joven, apenas  44 años.
-¿De qué murió?- preguntaron en el velatorio.
-De ganas- respondieron.





Roberto O. Munyau
HECHO EL DEPÓSITO QUE INDICA LA LEY 11.723

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