viernes, 12 de noviembre de 2010

EL BOBY

-¡Fuera picho!... ¡A ese perro de mierda lo voy a cagar matando!
-¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa?- Respondió la hermana de Clotilde.
-Esta yegua de al lado, lo saca todas las mañanas a pasear y después lo deja suelto para que venga a cagar en mi vereda. Digo yo: ¿por qué no lo mete en su casa y deja que le cague todo adentro?
-Bueno, calmate será cuestión de hablar con ella.
-Es que ya hablé un montón de veces y no me dio pelota. Se lo dije por las buenas, se lo dije por las malas y nada. ¡Todos los días lo mismo!
-Está bien, serenate- Insistió.
-Serenate, ¡un carajo! Cuando venga el Alberto le voy a preguntar dónde tiene el revolver y mañana cuando aparezca el perro en mi vereda, ¡se lo reviento a tiros!... Ya vas a ver.
-Bueno ¡Che!... ¡No es para tanto!- Dijo Marisa, haciendo un gesto de desaprobación.
Clotilde vivía con su esposo y una hermana, en un barrio muy humilde, en las afueras de Mar del Plata, en una casa aún no terminada, tan pobre como sus dueños.
Ana, su vecina, lo hacía con su hija y un perro de regular tamaño. Esa mañana, como de costumbre, lo sacaron a pasear.
Al regresar, tal como lo hacía usualmente, el can comenzó a hacer sus deposiciones en la vereda de Clotilde.
-¡Sacá ese perro de acá o te lo reviento a tiros!
-¡Vos me tocás al Boby y yo te mato!- Respondió Ana, desafiante.
-¡¿A quién vas a matar?!... ¡yegua!- Dijo, extrayendo el revolver de entre sus ropas.

“Madre e hija fueron atacadas a balazos por una vecina”. Decía el título de la noticia en el matutino del día siguiente.
En el noticiero de las 19 del canal local, se veía al comisario inspector Ernesto Gatiglio, en la vereda de la casa de la atacante, haciendo declaraciones a la prensa.
-Me he constituido en el lugar del hecho, a los efectos de investigar los motivos, por los cuales se ha producido la agresión- Manifestó el funcionario policial.
-¿Se sabe quienes participaron de este lamentable suceso?
-Aún no estoy en condiciones de confirmar los datos filiatorios, sólo sabemos que se trata de tres femeninos.
-¿Hay noticias con respecto al estado de salud de la víctima?
-La víctima está internada en el hospital interzonal, con serias lesiones, pero por suerte fuera de peligro.
-¿Y la hija?
-Salió ilesa.
-Señor comisario, la agresora, ¿fue detenida? - Preguntó el periodista.
-Afirmativo. - Respondió, mientras restregaba su zapato derecho en el pasto, para eliminar el excremento que, el Boby, había depositado pocas horas antes.



Roberto O. Munyau
HECHO EL DEPÓSITO QUE INDICA LA LEY 11.723

1 comentario:

  1. Muy buenoooooooooooooo...........
    El zapato con excremento del comisario estuvo buenísimoooooo

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