martes, 7 de diciembre de 2010

LA REENCARNACIÓN DEL INGLÉS



Anthony Christopher Rollsroyce, era un soldado británico que se encontraba a las órdenes del general John Whitelocke, cuando la escuadra inglesa llevó a cabo la segunda invasión de Buenos Aires.
Según cuenta la historia, el cinco de julio de 1807, los ingleses sufrieron varias bajas y entre ellas la de Anthony Christopher Rollsroyce, quién murió sufriendo gravísimas quemaduras, provocadas por el aceite hirviendo que arrojaban los criollos desde los techos.
A partir de ese momento, su alma reencarnó muchas veces en otras vidas. Fue ratón, lombriz, perro, vaca, hasta que se le dio por el reino vegetal. Renació como  árbol, zanahoria, batata y por último, ya en el siglo veintiuno, papa. Lo curioso no fueron sus vidas, tan variadas, sino sus muertes, siempre precedidas por procesos sumamente traumáticos. De ratón murió atrapado por una trampera. Siendo lombriz fue cortado por la mitad, colocado en un anzuelo y luego devorado por un pez. Cuando perro, lo atrapó la perrera y lo mandaron a la cámara de gas.  Luego, como vaca, terminó sus días en un frigorífico. Su vida más larga fue cuando renació árbol, duró ciento ochenta y siete años, pero finalmente lo talaron, porque el dueño del campo decidió dedicarse al cultivo de la soja, que era mejor negocio. Al renacer en zanahoria lo arrancaron de su mundo subterráneo, para pasar a formar parte de una exquisita ensalada “primavera”. Luego, siendo batata terminó en un puchero a la española de puta madre. Y cuando renació en papa fue a parar a la cocina de un restaurant. Lo pelaron, lo cortaron en bastón y lo depositaron en una bandeja al lado de la freidora.
-¡Marche una milanesa con fritas!- dijo el mozo
Dicen que desde la fuente, misteriosamente, se escuchó un grito desgarrador:
-¡shit!... ¡again hot oil! ¡fuck you!... ¡Argentines sons of the bitches! ¡Noooooooooooo…!

Roberto O. Munyau
HECHO EL DEPÓSITO QUE INDICA LA LEY 11.723

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