jueves, 25 de octubre de 2012

TRAMONTINA Y YO



Nos conocimos por internet, hace unos seis meses atrás.
Su nombre de usuario era Tramy y en su perfil decía que era redonda con tapa y dos asas, su diámetro 24 centímetros y 12 cms. de altura, triple fondo y toda de acero inoxidable. Había una foto. Se veía espléndida.
Luego de varios mails decidimos unir nuestras vidas. Ella viajó desde buenos Aires. En mi mente quedó grabado para siempre nuestro primer encuentro. Recuerdo que fue en lo de Marino, el comisionista. Lucía una hermosa caja de cartón. "Tramontina" decía en la parte superior, a modo de identificación. Yo en cambio vestía una campera de abrigo, pantalón negro y zapatillas oscuras, estaba bastante fresco ese día. La tomé entre mis brazos y juntos nos fuimos a casa. Entramos a la cocina y muy suavemente comencé a desnudarla. Llevé la caja al incinerador y regresé al departamento. Allí estaba ella, brillante, plateada… eso sí, estaba un poco fría, claro era invierno.
Pasaron unos minutos y cuando ya habíamos entrado en confianza la acerqué a la mesada al lado de la hornalla. Luego muy lentamente le introduje la batata..., dos papas, un zapallo anco, un choclo, hojas de apio, dos zanahorias, una pechuga de pollo, medio kilo de falda sin hueso y dos cubitos, uno de carne y otro de gallina (para darle un poco de sabor ¿vió?)
Y nos mandamos un puchero de puta madre.

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