Nos conocimos por internet,
hace unos seis meses atrás.
Su nombre de usuario era Tramy
y en su perfil decía que era redonda con tapa y dos asas, su diámetro 24
centímetros y 12 cms. de altura, triple fondo y toda de acero inoxidable. Había
una foto. Se veía espléndida.
Luego de varios mails decidimos
unir nuestras vidas. Ella viajó desde buenos Aires. En mi mente quedó grabado
para siempre nuestro primer encuentro. Recuerdo que fue en lo de Marino, el
comisionista. Lucía una hermosa caja de cartón. "Tramontina" decía en la parte superior, a modo
de identificación. Yo en cambio vestía una campera de
abrigo, pantalón negro y zapatillas oscuras, estaba bastante fresco ese día. La
tomé entre mis brazos y juntos nos fuimos a casa. Entramos a la cocina y muy
suavemente comencé a desnudarla. Llevé la caja al incinerador y regresé al
departamento. Allí estaba ella, brillante, plateada… eso sí, estaba un poco
fría, claro era invierno.
Pasaron unos minutos y cuando
ya habíamos entrado en confianza la acerqué a la mesada al lado de la hornalla.
Luego muy lentamente le introduje la batata..., dos papas, un zapallo anco, un choclo,
hojas de apio, dos zanahorias, una pechuga de pollo, medio kilo de falda sin
hueso y dos cubitos, uno de carne y otro de gallina (para darle un poco de
sabor ¿vió?)
Y nos mandamos un puchero de
puta madre.
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