-No doctor, fue un accidente…Mejor
dicho, es producto de un maltrato.
-¿Un maltrato?
-Sí, doctor. Mi primo, el
Brutus, como le llaman en el barrio, el día de mi cumpleaños me saludó con un
tirón de orejas y ahora, ya ve, no tengo
dónde colgarme los lentes.
-No se preocupe le voy a
recetar anteojos de contacto.
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