viernes, 11 de mayo de 2012

EL DESOREJADO

            -¿Su anotia es congénita?- Preguntó el oftalmólogo.
-No doctor, fue un accidente…Mejor dicho, es producto de un maltrato.
-¿Un maltrato?
-Sí, doctor. Mi primo, el Brutus, como le llaman en el barrio, el día de mi cumpleaños me saludó con un tirón de orejas y ahora, ya ve,  no tengo dónde colgarme los lentes.
-No se preocupe le voy a recetar anteojos de contacto.